En la Luz de la Verdad

79. ¿Puede la edad avanzada constituir un obstáculo para la ascensión espiritual?

El querer hacer lo correcto de acuerdo a las concepciones terrenales y el querer hacer lo que es bueno son a menudo dos cosas muy diferentes. No siempre lo terrenalmente correcto es al mismo tiempo lo bueno.

En la actualidad al hombre ya no le es suficiente con simplemente haber tenido por intención lo correcto. Eso es algo que podía hacer en su primera encarnación. A estas alturas se exige más de él. Como no haga un supremo esfuerzo para, armado del saber, acabar de elevarse espiritualmente, estará irremediablemente perdido. La edad avanzada no constituye para nada un obstáculo, sino un incentivo, ya que en ella el momento de pasar al otro mundo se acerca de manera visible. Se trata meramente de esa pereza y comodidad que yo a menudo he calificado del peor enemigo y con la cual esos que así vacilan se lastran y, por consiguiente, se hunden.

Ya se ha acabado el tiempo de la vagabundería espiritual, como también el tiempo de la comodidad y de la cómoda espera. Con siniestra terribilidad y dureza, esto hará impacto dentro de poco entre los dormilones y los remolones, y ello de tal forma que hasta el más sordo va a despertar.

El estudio de mis disertaciones, empero, exige desde un principio un esfuerzo personal y un empleo al máximo de los cinco sentidos, lo cual implica viveza espiritual y un total estado de alerta. Sólo entonces se hace posible ahondar en mis palabras y captarlas correctamente.

Y eso es lo que se quiere. Yo rechazo a todo perezoso de espíritu.

Ahora, si hay personas que tengan en su interior tan siquiera un grano de Verdad de la Patria del reino espiritual que no haya sido sepultado, la Palabra tendrá por fuerza que tocarlas como un llamado, siempre y cuando se tomen el trabajo de leerla con toda seriedad y sin dejarse influenciar por nadie ni por nada. Si en tal caso no sienten nada que encuentre un eco en su interior, entonces difícilmente sea posible despertarlos en el más allá, ya que allí tampoco podrán recibir otra cosa. Y por voluntad propia, se quedan estancados allí donde ellos mismos se han colocado. Nadie los va a obligar a irse de ahí, pero tampoco podrán salir a tiempo de esta materia a fin de salvarse de la desintegración, o sea, de la condenación eterna.

El «no querer oír» es algo que, como es natural, se llevarán consigo de esta Tierra a la materia etérea, y allí su comportamiento será el mismo que el que han tenido aquí. ¡¿Cómo puede la edad avanzada ser un obstáculo?! Esa Palabra que los toca les está trayendo un llamado de la eternidad, llamado este que, sin embargo, no quieren oír, ya que les resulta más cómodo así. Esta comodidad, empero, acabará destruyéndolos como no quieran cobrar vida mientras aún estén a tiempo. Sin embargo, la pregunta que nos ocupa muestra muy claramente dicha comodidad. Esa manera de ser es típica de muchas personas que quieren estarse engañando a sí mismas constantemente con alguna que otra excusa defendible a medias. Semejante gente forma parte de la paja que, en lugar de verse fortalecida por las tormentas purificadoras que se avecinan, va a ser barrida, ya que, en vista de la seriedad de la existencia propiamente dicha, resulta inservible.

Individuos así siempre estarían pidiéndole al Creador un poco más de tiempo para reflexionar, sin que jamás llegaran a ascender, cosa para la cual tienen que sobreponerse a sí mismos espiritualmente. Por esa razón, de nada sirve dedicarle mucho tiempo a la cuestión. Los que preguntan así son los que siempre quieren hacer y nunca llegan a traducir esa intención en actos, por lo cual están perdidos. – – –

[Mensaje del Grial de Abdrushin]  [Resonancias del Mensaje del Grial]